Hablar de la muerte es un tema complejo para los seres humanos. 

Nos educan en muchos saberes, importantes claro, pero nadie nos enseña sobre la más importante: LA MUERTE. A eso se suma el DUELO, o la separación física de quienes amamos.

El hecho paradójico es que la única certeza que tenemos es que tod@s vamos a morir.

¡Y quienes hemos vivido la muerte de un ser amado, sabemos perfectamente lo que se siente dentro, ese dolor que quema y desgarra.
¡Qué doloroso es cuando se nos arranca
un pedazo del alma!
Así pareciera que es cuando vivimos la muerte de quien amamos.

Por acá, cuando Zeus, mi gatito partió, lloré por todo lo que habíamos vivido, pero también por todo lo que ya no sería, por todo eso que ya no viviríamos juntos.

Pero busqué la forma de danzar con mi duelo, es desafiante, todo el tiempo, no lo voy a negar, pero aún así,  quise atreverme a darme espacios de resignificación del lazo y sentí que la mejor forma era honrando su paso por mi historia.

Fue así que cada Octubre en este espacio se realizan experiencias que nos llevan a Encontrarnos con la Vida desde la resignificación de la Muerte.